MENÚ



LA PASCUA MÍSTICA

TAL COMO ARRIBA, ES ABAJO


Los procesos cósmicos, se reproducen en la tierra y se reproducen así mismo en el hombre. Los últimos seis meses del año, se encaminan hacia el invierno y su vibración se dirige hacia la “oscuridad”. Con el otoño llega el impulso hacia una vida superior que culmina en la vigilia de Navidad (del latín Nativitas, nacimiento). Dependiendo de la inercia adquirida de forma consciente durante los últimos meses así recibiremos el impulso. De acuerdo a nuestra actuación así será la pulsión más o menos activadora para el servicio a nuestro Camino.

La Natividad es la oportunidad de activar todo lo reflexionado, todo lo iniciado, es el tiempo de nacer a nuevos proyectos, el Sol Invictus o el Dios Sol Invencible para los romanos, es el momento de la realización, porque es el tiempo que la “oscuridad” deja paso al tiempo de la Luz. El Sol nace con el Solsticio de invierno. Es tiempo de nacer.

El verdear de la Naturaleza expresión del Todo, el Absoluto manifestándose en la Tierra, muestra el provecho de cada ciclo de su eterno retorno y nos da las pistas de cómo actuar en consonancia con la naturaleza de la Naturaleza.



La palabra Pascua procede del hebreo “Pesaj” paso o salto,  rememora la huida de Egipto,  el paso por el desierto del pueblo judío hasta la llegada a la Tierra Prometida. Todo desierto es tiempo de reflexión, toda llegada a la Tierra Prometida es tiempo de Gozo. La Pascua Judía tiene su origen en este hecho. La Pascua Cristiana con raíces judías y con simbolismo renovado, su alegoría es la del paso del Cristo de la muerte a la vida, del desierto a la Tierra Prometida, de lo no realizado y en latencia, a la plasmación.




Las señales están visibles, así lo dejó dicho en Jn 13,36  14,12 “Donde Yo voy, vosotros no podéis seguirme ahora, pero me seguiréis después. El que cree en Mí, las Obras que Yo hago él también las hará, y cosas más grandes aún él hará”.


La Resurrección es un evento Cósmico, pues su celebración va de la mano con el plenilunio y sus fechas se mueven de acuerdo con el calendario lunar. En esos días la posición del Sol y sus primeros rayos en vertical sobre la tierra, empiezan a calentarla, tiempo de desperezamiento del aletargo de las semillas adormecidas durante el invierno. La vida nace en esa parte del planeta dando lugar a una nueva vida para todos los seres que lo habitan.  




El trigo posibilitará el pan y la viña el vino, en el plano material. Más el alimento será dado también en sus niveles superiores de existencia para aquellos que hayan labrado sus tierras.